Daños mínimos en el Centro Histórico de Puebla tras el 8M
Las recientes manifestaciones del 8 de marzo en Puebla concluyeron sin daños materiales graves en los inmuebles del Centro Histórico, según informó Aimeé Guerra, gerente del Centro Histórico y Patrimonio Cultural. Tras las movilizaciones por el Día Internacional de la Mujer, se llevó a cabo un mapeo exhaustivo para evaluar las afectaciones en edificios y monumentos de la zona.
El equipo de la gerencia recorrió la ciudad para identificar los puntos intervenidos durante las protestas. Aunque se registraron pintas y actos de iconoclasia, no hubo daños estructurales significativos. Guerra destacó que, en comparación con años anteriores, las afectaciones fueron menores: “Hubo pintas, pero no roturas en la fuente de San Miguel, a diferencia de años anteriores”, explicó.
Para la reparación de los daños, se utilizará el seguro del Ayuntamiento de Puebla, cubriendo únicamente el deducible, cuya cifra no fue revelada. Entre los espacios afectados destacan los vidrios de la Galería de Arte del Teatro de la Ciudad, la fachada del Palacio Municipal y la fuente de San Miguel. El proyecto de restauración de estos inmuebles ya está en proceso, aunque no se ha especificado la fecha de finalización.
Además, la Gerencia del Centro Histórico se reunió con Manuel Villaruel, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Puebla, para determinar el modo de intervención adecuado en cada espacio, respetando los lineamientos de cuidado y salvaguarda del patrimonio de la capital.
Es importante mencionar que, en años anteriores, las manifestaciones del 8M habían dejado daños más severos en el patrimonio histórico de la ciudad. Por ejemplo, en 2024, la fuente de San Miguel sufrió la rotura de las alas de los ángeles que la adornan. Sin embargo, en esta ocasión, las afectaciones fueron menores, lo que refleja una mayor conciencia y respeto por parte de las manifestantes hacia el patrimonio cultural de Puebla.
La administración actual del Ayuntamiento de Puebla ha optado por no blindar los inmuebles históricos durante las manifestaciones, permitiendo la libre expresión de las participantes. El alcalde José Chedraui Budib expresó su confianza en que los colectivos respetarían los inmuebles históricos, por lo que consideró innecesario protegerlos con estructuras temporales.