El innovador servicio de motoambulancias de Puebla: una apuesta por la agilidad y la vida

El gobierno de Puebla, bajo el liderazgo de Alejandro Armenta, ha fortalecido el sistema de emergencias médicas con la incorporación de diez motoambulancias al Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA). Esta medida, que responde a una visión humanista de la salud, busca garantizar una atención más rápida y digna a la población, especialmente en zonas de difícil acceso vehicular.
La pobladora Eve Quiñones, vecina de la colonia 10 de Mayo, es testigo de la eficacia de este nuevo servicio. “El servicio de motoambulancia salva vidas”, afirma. Quiñones asegura que el tiempo de respuesta ha mejorado significativamente, y que las unidades llegan rápidamente, equipadas con todo lo necesario para brindar una atención integral. “En una emergencia, el tiempo cuenta”, subraya.
Estas unidades especializadas, conocidas como “Rangers de SUMA”, están diseñadas para la estabilización de pacientes en sitios de acceso limitado. Cuentan con equipo de última generación, incluyendo desfibriladores, insumos de curación y herramientas para el manejo avanzado de la vía aérea. El operador Martín Navarro destaca la rapidez con la que pueden llegar a los pacientes.
Navarro afirma que las motoambulancias han sido clave para salvar vidas. “Podemos llegar más rápido donde una ambulancia no entra fácilmente”, explica. El tiempo de respuesta es vital, y estas unidades logran ganar valiosos minutos que marcan la diferencia. El servicio permite estabilizar al paciente y activar el traslado si fuera necesario.
Esta iniciativa se alinea con la directriz de la presidenta Claudia Sheinbaum de priorizar a la población. Julian Limón, un ciudadano poblano, califica la medida como un “acierto total” del gobierno. Limón opina que la acción demuestra a un gobierno sensible que piensa en la gente y actúa con responsabilidad. Agradece la implementación de este programa funcional.
La iniciativa, impulsada por el gobernador Alejandro Armenta, es un hecho sin precedentes en la infraestructura médica estatal. Se enmarca en una política pública de seguridad que entiende a la salud como un derecho irrenunciable. La supervisión permanente anunciada por el mandatario garantiza que este esfuerzo se mantenga a largo plazo, fortaleciendo el bienestar de la población.