Fiesta patronal de Chignahuapan deja derrama de casi 57 millones y recibe a 71 mil visitantes: Juan Rivera

Las fiestas patronales 2025 en honor a Santiago Apóstol han marcado un hito histórico en Chignahuapan, consolidándose como uno de los eventos más trascendentes del norte de Puebla. Con una derrama económica estimada de 56.8 millones de pesos y una afluencia superior a los 71 mil visitantes, la celebración superó todas las expectativas, rompiendo récords previos y evidenciando el potencial turístico y cultural del municipio.
El presidente municipal, Juan Rivera Trejo, compartió los resultados durante su conferencia matutina de este lunes, subrayando que la edición 2025 de estas festividades generó beneficios directos para un amplio espectro de actores económicos locales. Prestadores de servicios, restauranteros, hoteleros y comerciantes reportaron un incremento significativo en sus actividades, reflejo del dinamismo económico propiciado por el evento.
Datos oficiales revelan una ocupación hotelera del 85% durante los días cumbre de la festividad, lo que indica el gran interés de los visitantes. El consumo local también alcanzó cifras notables: se vendieron más de 2,025 kilogramos de barbacoa y 5,200 litros de pulque. Estas cifras no solo demuestran la magnitud del evento, sino también la preferencia de los asistentes por la gastronomía local y las tradiciones culinarias de la región.
“Este año vivimos una fiesta histórica: segura, ordenada, familiar y con gran impacto económico. Chignahuapan está más vivo que nunca”, expresó Rivera Trejo en su balance, destacando la organización y la seguridad que caracterizaron la celebración. La visión estratégica de la administración municipal, enfocada en la promoción cultural y el desarrollo económico, fue crucial para estos resultados.
En un gesto de reconocimiento a la tradición, el edil entregó una distinción especial a don Manuel Palomino Romero, de 94 años, quien ha dedicado más de ocho décadas a la danza santiaguera. Asimismo, se reconoció públicamente a los mayordomos tradicionales, guardianes de las danzas y rituales que, generación tras generación, han preservado el legado cultural en honor al santo patrono. Este tipo de actos refuerza la identidad y el arraigo de la comunidad.