Tailandia y Camboya pactan alto el fuego tras cinco días de conflicto

Tailandia y Camboya han acordado un alto el fuego inmediato e incondicional que pondrá fin a cinco días de intensos enfrentamientos armados en su frontera compartida. La tregua, mediada por Malasia, entrará en vigor a la medianoche local de este lunes, 28 de julio. Este conflicto ha dejado un saldo lamentable de al menos 35 muertos y miles de desplazados.
El primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, anunció el acuerdo. Subrayó el papel de su país como presidente rotatorio de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). La violencia fronteriza se desató el pasado jueves, 24 de julio. Ambos países se acusaron mutuamente de iniciar los ataques.
La contienda empleó cazas F-16 y cohetes BM-21, entre otra artillería. Las refriegas se concentraron en las provincias fronterizas de Surin, Ubon Ratchathani y Buriram, en Tailandia. También en Preah Vihear y Oddar Meanchey, en Camboya. El conflicto territorial histórico se extendió.
La situación fue elevada al Consejo de Seguridad de la ONU el primer día. La ONU celebró una reunión en Nueva York el viernes. Hubo llamamientos a la paz de Bruselas, Washington y Pekín. La escalada generó gran preocupación internacional.
Los balances oficiales reportan 22 muertes del lado tailandés. Fueron 14 civiles y 8 soldados. En el lado camboyano, 13 fallecimientos. Ocho civiles y cinco militares. Además, decenas de personas han resultado heridas. La cifra de desplazados asciende a 291 mil.
Estos se refugian en centros de evacuación y campos temporales. Más de 156 mil en Tailandia y 135 mil en Camboya. Ambos países se habían mostrado abiertos a negociaciones pacíficas. Sin embargo, las hostilidades no cesaban.
El conflicto territorial es un escollo histórico. La frontera fue cartografiada por Francia en 1907. La disputa se recrudeció en mayo. Un soldado camboyano murió en una refriega. Ambas partes reforzaron el despliegue de tropas.
Bangkok aboga por un acuerdo bilateral. Nom Pen elevó el conflicto a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en junio. El estallido tras una década de paz generó especulaciones. Se disparó el sentimiento nacionalista.
Entre las teorías, se mencionaron las campañas contra estafas. Los centros de ciberfraude global son determinantes. Estos son muy presentes en el Sudeste Asiático. Afectan la economía de Nom Pen.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llamó a los líderes. Hun Manet de Camboya y Phumtham Wechayachai de Tailandia. Horas después, Malasia anunció la reunión. Estados Unidos y China actuaron de “coorganizador” y “observador”.