Violenta irrupción en Palacio de Gobierno de Michoacán tras asesinato del alcalde de Uruapan
La protesta ciudadana por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, derivó este domingo en una violenta irrupción en el Palacio de Gobierno de Michoacán, donde manifestantes causaron destrozos, incendios y enfrentamientos con fuerzas de seguridad estatales.
De acuerdo con reportes de La Voz de Michoacán, un grupo de inconformes logró forzar las puertas principales del inmueble ubicado en el centro histórico de Morelia, mientras exigían justicia y denunciaban la creciente violencia en la entidad.
Videos difundidos por Quadratín Michoacán muestran a varios manifestantes —algunos encapuchados— lanzando muebles por las ventanas, prendiendo fuego a oficinas con bombas molotov y pintando consignas en las paredes del edificio. Entre gritos de “¡Justicia!”, “¡Asesinos!” y “¡Uruapan no está solo!”, los protestantes exigían mayor seguridad y acción del gobierno ante los ataques del crimen organizado.
Elementos antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública estatal arribaron al lugar y dispersaron a los participantes con gas lacrimógeno y balas de goma, logrando retomar el control del recinto poco después.
Siete detenidos tras los disturbios
La dependencia confirmó la detención de siete personas, quienes fueron puestas a disposición del Ministerio Públicopor daños al patrimonio estatal y alteración del orden público.
Según informes preliminares, la movilización —denominada “Marcha ciudadana: basta de omisiones y abusos”— reunió a unas 800 personas que se congregaron desde las 15:45 horas en la plaza ecuestre José María Morelos. Tras avanzar hacia el Palacio de Gobierno, el contingente derribó la puerta principal y provocó incendios que afectaron mobiliario y documentación administrativa.
Hasta el momento, no se reportan personas lesionadas de gravedad. Las autoridades mantienen resguardado el edificio y realizan una evaluación de los daños ocasionados por los disturbios.
El ataque al Palacio de Gobierno ocurre en medio de una oleada de violencia que sacude a Michoacán, marcada por el asesinato de funcionarios municipales, enfrentamientos armados y una creciente presión ciudadana para que las autoridades refuercen la seguridad en el estado.
